Tras formarse en danza clásica y moderna, trabajó como bailarina con Sylvie Tarraube, Katja Cavagnac, Georges Tugdal, Pina Bausch y Carolyn Carlson. Una incursión en el mundo del circo, con el Cirque Pirate y la compañía TransExpress Circus, y en el music-hall, con las Folies Bergères, enriquece su universo creativo. En 1987, su encuentro con Oscar Castro, director del Théâtre Aleph, marca su trayectoria como coreógrafa y actriz: la danza se une a la comedia. Desde 1990 es actriz en todas las obras del Théâtre Aleph, de las que también es coreógrafa. Ha creado tres obras dedicadas a las mujeres: Si on rêvait au temps présent (1991), Sept femmes, une gare (2001) y La Guerre en 2022.

Alumna de Véra Gregh y Jean-Pierre Romond en el Conservatorio Nacional de Arte Dramático. Ha actuado bajo la dirección de Jean-Paul Roussillon, Claude Régy, Andréi Serban, Robert Cantarella, Bernard Bloch, Serge Lispszyc, Didier Ruiz, Jean-Luc Paliès, Etienne Bierry, Michel Fagaudau, Alain Foix... Ha rodado bajo la batuta de Cédric Klapish, Catherine Corsini, Christian Carion, Joël Santoni, Olivier Guignard, Aline Issermann, Jean-Marc Moutout, Bernard Stora, Badrredine Mokrani, Régis Roinsard... Últimamente, ha dirigido Les racines de la liberté, de Hugues Leforestier (Aviñón, 2021-2022), Une légende à la rue, de Florence Huige (2023), y ha creado junto con Valérie Alane «Enlivrons-vous» (CADO, Orleans, 2022). Desde hace 25 años, imparte clases en diversas instituciones: conservatorios, grandes escuelas, universidades o clases de transición en institutos y colegios.

Creador multidisciplinario nació en Santiago en 1947. Veinte años después, junto a un grupo de amigos y artistas autodidactas, fundó el Teatro Aleph. Con una pluma provocadora e inspirada por los movimientos políticos y sociales de la época, sus textos se convirtieron prontamente en íconos del teatro latinoamericano. Debido a su labor de difusión teatral durante los primeros años de la dictadura, en 1976 salió al exilio a Francia, donde rearmó la compañía con la que trabajó hasta el último día de su vida en Europa.

Fundada en 1967 en Chile por el director, dramaturgo y actor Óscar Castro, nació como una agrupación teatral conformada por estudiantes sin formación teatral de distintas universidades, quienes tuvieron como maestros a artistas como Héctor Noguera, el brasileño Augusto Boal y el polaco Jerzy Grotowski, entre otros. Durante la dictadura recorrieron los campos de concentración presentando sus obras y, a partir de 1976 -debido al exilio de su director-, siguió su trabajo en Francia. En 2013, se refunda en Chile Teatro Aleph, dirigida por Gabriela Olguín.