2024-12-14

Entrevista a la actriz de “Mañana es otro País” María José Parga: “Hay una problemática social que tenemos que mirar como sociedad y tratar de dialogar al respecto”

Fuente: Culturizarte

Mañana es otro país es un monólogo escrito y dirigido por el belga Michael De Cock e interpretado por la actriz chilena María José Parga. La obra aborda el tema de la migración desde la perspectiva y la imaginación de una niña que debe dejar su país y partir, escondida en un camión.

Sin dejar de ser una historia dramática, la voz de la protagonista nos invita al viaje, a soñar: divertida, pilla, fuerte, ella lucha por mantener la esperanza intacta. Pues, como afirma el autor, “solo la imaginación puede salvarnos”.

¿Cómo surgió este proyecto de Mañana es Otro País?

Esta obra surge como una iniciativa y una coproducción entre el KVS, que es el Teatro Real de flamenco en Bélgica, y FITAM. Ambas son las entidades que se unen para financiar, dar vida y producir este proyecto. Michael De Cock había escrito esta obra en el 2016; él es un prolífico autor y director del KVS. Había tomado el tema de la migración hace años y lo estaba llevando al teatro. Entonces, él crea esta obra que se llama originalmente Kamión. Lo que hacen es que, en cada lugar donde se estrena (Turquía, Bélgica, Francia), hacen la versión de la obra en la lengua del país donde están y con una actriz local.

La idea fue, entre Carmen y él, hacer una versión para Chile con una actriz chilena. Y ahí entré yo en ese proyecto porque justo yo vivía en Bélgica. Entonces, tuve la oportunidad de conocer a Michael allá y empezamos a trabajar en este proyecto para hacer una primera versión, que se presentó en el Centro Cultural de Recoleta en el 2020, antes de la pandemia. Fue en un container y era una versión mucho más performática, que no tenía los elementos que viste ahora, que tienen que ver con la autobiografía o con registros sonoros de personas migrantes o personas que quieren migrar o que quieren viajar, etc.

Luego hicimos un radioteatro porque vino la pandemia. Ya no había ninguna posibilidad de volver a hacer esta obra en un container, así que pensamos, no lo vamos a dejar tirado, vamos a hacer un radioteatro. Hicimos un radioteatro y luego de eso surge la idea, de nuevo, entre estas dos entidades, de hacer una versión para sala de teatro, para darle un poco más de vida y para empezar a traer un poco más de público a la obra. Sobre todo, porque nos parecía que, sobre todo en Chile, en toda Latinoamérica, pero ya el problema que antes veíamos como de la migración en Siria y países de Europa del Este, etc., se había trasladado de lleno a América Latina.

Entonces, Michael De Cock dice: «Ok, vamos con esa versión en sala». Yo me fui a ensayar a Bélgica dos semanas y después vinimos dos semanas a Chile a ensayar de nuevo para finalizar esta versión, en la que dijimos, ya no vamos a ser como la niña, no vamos a personificar a la niña, sino que vamos a empezar a juntarlo con retazos de tu propia historia y de otras historias también de migración o de deseos de migración, para hacerlo también un poquito más universal, más abierto y también más cercano a nuestros deseos del momento, en ese sentido.