Teatrocinema estrena Plata Quemada, un montaje en el que desnudan su propuesta visual
Teatrocinema es una de las agrupaciones fundamentales de la escena teatral chilena. Sus orígenes se remontan a los años ochenta cuando nace la compañía La Troppa, formada por Laura Pizarro, Jaime Lorca y Juan Carlos Zagal. Motivados por la necesidad de iniciar la búsqueda y creación de un lenguaje propio, el grupo crea obras como Viaje al Centro de la Tierra, Jesús Betz y Gemelos. En 2005 una parte de la compañía se refunda bajo el nombre de Teatrocinema, colectivo artístico multidisciplinario en cuyo lenguaje se funden elementos esenciales del teatro, el cine y el cómic. De esta etapa surgen Sin Sangre, El Hombre que daba de beber a las mariposas, Historia de amor y La contadora de películas.
En esta versión de TeatroHOY la compañía estrena su nuevo montaje, en el que llevan a escena el texto Plata Quemada de Ricardo Piglia. Esta obra llevaba un tiempo ya en sus cabezas, desde 2017 para ser exactos, pero tuvieron que detener el trabajo para dar paso al montaje de La Canción de la Tierra en Los Angeles y luego en Santiago a Mil 2018. Finalmente ha llegado el momento de mostrarlo y su sala en la comuna de La Reina nuevamente se llenará de gente para dar paso a nuevos universos y lenguajes escénicos.
Plata Quemada es una obra oscura, políticos, policías y maleantes se coluden para realizar un asalto, en cuya huida, los asaltantes deciden traicionar a sus socios escapando con todo el dinero. Acorralados comenzará un asedio que hará que los pistoleros desesperadamente resistan hasta las últimas consecuencias. Este montaje no sólo devela esta trama política y policial, sino que además de un modo audaz, expone la mecánica escénica, quedando ésta totalmente a la vista del espectador, develando así la complejidad que significa el accionar de la partitura escénica que combina la materialidad y la virtualidad en la cual TEATROCINEMA se basa para construir sus relatos.
La propuesta de esta obra nos lleva a un espacio que devela el trabajo que en sus pasados montajes se translucía tímidamente entre una pantalla y otra, generando la genuina duda de cómo juega esta compañía con lo visual y lo escénico. Esta vez, sin pantallas, podremos ver este mismo ejercicio, pero tomará una particular importancia el movimiento corporal en escena, desnudando su maquinaria teatral y continuando con la estética del cómic tanto en lo visual como en el texto.
En un contexto en que la seguridad es un tema país y los noticieros se encargan de generar un miedo colectivo con respecto a esta sensación de inseguridad de los y las ciudadanas, un montaje como Plata Quemada toma un particular significado y se vuelve muy contingente al enfrentarnos a esos hombres insertos en una sociedad en la que convive la codicia, la ambición , el poder, la corrupción y que se ha vuelto cada vez más individualista, pero también vemos a esas personas que son producto de una sociedad "mal parida" como la llama Pizarro, en la que por lo menos uno de los personajes podría ser un chico del SENAME, que busca la libertad en las drogas y que nunca recibió nada de lo que pudiera agarrarse para salir de ahí.
