16.12.2015 | None
Así se prepara Reinas de la calle, el espectáculo que revivirá las mujeres creadas por Shakespeare
En el Estadio Municipal de Pedro Aguirre Cerda, un grupo de teatristas trabaja a un costado de la cancha de fútbol. Rodeados de autos desarmados, fierros, herramientas y una micro pronta a servir como un escenario móvil, la compañía la Gran Reyneta, tres actrices y la directora Mariana Muñoz preparan desde hace Reinas de la calle, uno de los espectáculos callejeros que abrirá el Festival Internacional Santiago a Mil 2016. Junto al montaje Sueño de una noche de verano, serán los encargados de dar comienzo a uno de los eventos culturales más importantes del año, y lo harán de una forma única: citando reconocidas obras de William Shakespeare.
Tres figuras humanas gigantes -una de tela, otra de papel y otra de madera-, son las protagonistas de Reinas de la calle, un trabajo que tendrá a estas mujeres recorriendo algunas comunas de Santiago y de la Región de Antofagasta, mientras leen, interpretan y cantan en voz alta la obra de la directora chilena Mariana Muñoz, inspirada en textos rescatados por autores chilenos: Romeo y Julieta de Pablo Neruda, El Rey Lear de Nicanor Parra y Hamlet de Raúl Zurita.
“La invitación concreta fue de Carmen Romero, directora de Fundación Teatro a Mil, quien me preguntó si se me ocurría algo para hacer que tres divas se transformaran en un pasacalle”, recuerda Mariana Muñoz al momento de ser consultada sobre cómo surgió este gran proyecto, y al cual no se pudo negar. “La inquietud de hacer un espectáculo de calle partió hace mucho tiempo. Trabajé con Andrés Pérez y junto a él participé en trabajos de intervención humana, entonces siempre ha existido un amor por ese mundo”, explica.
Así comenzó una búsqueda tras tres mujeres que no sólo pudieran estar en la calle, sino que todo en ellas, hablara de la calle. “Pensé de inmediato en escoger tres personajes de la dramaturgia chilena que deambularan en la calle, pero que también les pudiéramos dar la posibilidad de alzar su voz a partir de una estructura gigante, de manera que tener un gran alcance”, explica la directora.
El lugar para buscar inspiración no fue difícil para Mariana: “Pensé en Juan Radrigán, ya que mi trabajo de dirección en general tiene el impulso inicial, el imaginario de Radrigán”. Así surgieron sus tres protagonistas: La Reina de palos, proveniente de Isabel desterrada en Isabel, “que anda con su soledad a cuestas y por la calle errante, relatando su soledad y que no tiene casa más que una pila de palos”, explica Mariana; la Reina de Ropa, que es la prostituta de El loco y la triste, “porque con ropas se engalana para salir en la noche”; y la Reina de Papel, la vendedora ambulante de libros de Diatriba de la empecinada, “quien anda por la calle buscando desesperadamente a un desaparecido, que es su amor”.
Para Bárbara Wilson, una de las actrices del espectáculo, estas mujeres representan “a esas almas errantes que habitan esta gran ciudad, que a diario son invisibles, pero están ahí y que las hemos visto”. Y agrega: “Es bonito, porque un día, mágico, se transforman en las reinas y todo el mundo las ve cantando, luminosas. Es la reivindicación de todos esos seres marginales, que son capaces de reciclarse, de la resiliencia, de habitar la calle y generar una cultura urbana al aire libre, haciendo identidad”.
Ya escogidas las reinas, la segunda tarea fue introducirlas en el foco Shakespeare que tendrá el Festival Santiago a Mil 2016, y para eso, hubo que crearle una historia a cada una de las mujeres. “Salió la idea de que eran tres ex actrices que habían dejado las tablas, y que habían empezado a vagabundear y transformar su arte en calle. Se me ocurrió que ellas recogían desechos de la basura -papeles, telas y palos-, donde encuentran tres libros que son traducciones de textos de Shakespeare hechas por tres poetas chilenos: Romeo y Julieta, Rey Lear y Hamlet”.
Representar los tres montajes completos no estaba en los planes, así que se escogieron tres escenas de cada texto, donde el foco caería en las tres protagonistas de cada escena: Julieta, de Romeo y Julieta, Cordelia de Rey Lear, y Ofelia de Hamlet; pero donde también aparecerían otros personajes femeninos. Así lo explica Mariana: “En Romeo y Julieta intervienen el ama y la nodriza, y las otras reinas (las actrices) encarnan esos personajes. En Rey Lear están Regan y Goneril, y en Hamlet está Gertrudis. Todas participan en todo en un trabajo coral, porque además de hacer los personajes, también somos una especie de banda”.
¿Por qué una banda? Porque además de leer los textos, cada una de las actrices cantará extractos de las obras a medida que recorren las calles en estructuras gigantes que las mantendrán en altura, mientras un grupo de músicos avanzará junto a ellas en una particular micro que servirá como escenario. “Mariana nos invitó a leer los textos y nos dijo que el montaje iba a ser un espectáculo musical, y eso para nosotras, actrices cantantes, significa estar en nuestra salsa, en nuestro espacio, en nuestro hábitat”, confiesa Bárbara. Así también explica que los ensayos son dos veces a la semana, en la casa de la compositora Ángela Acuña, con quien han trabajado la musicalidad del texto. “Todo empezó a mediados de junio, cuando tuvimos el texto, y empezamos a componer las canciones, definir los personajes, a empezar a visualizar cómo iba a ser este gran espectáculo callejero que estará a cargo de la obertur, lo que es una gran responsabilidad y un gran gran placer”.
Dándole vida a la chatarra
Reinas de la calle no sólo cuenta con la dirección de Mariana Muñoz y la actuación de Marcela Golzio, Marcela Paz Silva y Bárbara Wilson; sino que su puesta en escena, está a cargo de la compañía Gran Reyneta, una de las más prestigiosas en teatro de calle. Caracterizados por el uso de materiales como fierros, partes de autos desarmados y mucha pirotencia, la agrupación comenzó su trabajo en el mes de julio, cuando recibieron las ideas de Mariana Muñoz, que consistía poner a tres mujeres en altura, para que el público las pudiera ver de donde fuera. “Desde allí empezamos a ver fotos y videos de maquinarias para ver cómo podríamos hacer estas máquinas elevadoras. Luego terminamos haciendo maquetas y llegamos a los que llevamos hasta ahora, que son elevadores de tijera que son muy conocidos, pero que estos son muy particulares porque tiene un sistema diferente al común”, explica Rodrigo Ortega, uno de los integrantes de la Gran Reyneta.
Así llegaron al Estadio Municipal de Pedro Aguirre Cerda, espacio que les facilitó la Ilustre Municipalidad para que pudieran concretar su trabajo. “Nuestro presupuesto municipal es bastante exiguo, por decirlo menos, pero nos hemos dado cuenta que tenemos muchos espacios”, explica Galo Quintanilla, periodista del municipio. Y agrega: “Esta idea de facilitar los espacios a las compañías de teatro de calle, de manera gratuita, es para que vengan a desarrollar sus proyectos a nuestra comuna. Nuestro eslogan es El municipio somos todos, y por eso queremos que la cultura sea también para todos. Queremos que Pedro Aguirre Cerda sea un polo cultural en lo que es artes de la calle. Además de la Gran Reyneta, también hemos acogido a la Patriótico Interesante, Teatro del Silencio y Compañía Teatro Onirus. Esto es una forma de dar las gracias al Festival, a Fundación Teatro a Mil y al teatro de calle”.
Así, desde hace un par de meses, la compañía diseña la maquinaria encargada de mover a las reinas por la ciudad. ¿Los materiales? La mal llamada chatarra: restos de autos, micros, motos y muchos fierros que tendrán vida propia. “Teníamos en nuestro inconsciente estas máquinas elevadoras, porque funcionan hacia arriba y es más delgada. Eso quería Mariana, ya que como la grúa debe imitar un vestido grande, debe lucir estilizado. Por eso, la elevación provoca la impresión de un vestido gigante”, explica Pablo Sepúlveda, otro de los técnicos de la Gran Reyneta.
“No se trata sólo de preparar la máquina”, agrega su compañero Alex Riffo. “Es también darle una comunión con la teatralidad que pide el montaje, que colabore con el espectáculo que es de calle. Para eso hay que ver cómo funciona estéticamente, cómo funciona mecánicamente y cómo se acopla a las ideas que el diseñador, y la directora, nos están entregando. Esa es la mayor lucha técnica, generar esa comunión”, concluye.
Para cumplir con las necesidades del montaje, es que crearon tres grúas elevadoras montadas en lo que fueron automóviles, y una micro que, luego de retirar su techo e instalar una plataforma en su interior, servirá como escenario para los músicos que otorgarán ritmo al recorrido.
“Yo espero que sea una fiesta”, confiesa Mariana luego de ver cada uno de los elementos del espectáculo, que poco a poco va tomando más vida y fuerza. Y agrega: “Pero quiero que sea celebración donde tengamos la posibilidad de escuchar, de sentir, de pensar y de disfrutar con otros una experiencia en torno a las artes escénicas, a la belleza y observar el ejercicio de un grupo de teatristas contando una historia. Ese sólo ejercicio a mí me llena, me moviliza y me emociona”.