26.11.2015 | None
Compañía Tropa Nómade prepara estreno de su primera obra
Entre el 29 de junio y el 24 de julio pasado, 250 artistas chilenos e internacionales (provenientes de Argentina, Uruguay, Bolivia, Brasil, Francia, Canadá, España, entre otros países), vivieron una experiencia única en el Centro Cultural Espacio Matta de La Granja: la primera Escuela Nómade del mundo. La iniciativa organizada por Fundación Teatro a Mil, trajo a Chile la compañía francesa Théâtre du Soleil y su directora Ariane Mnouchkine, quienes realizaron una serie de talleres en los que compartieron su experiencia y metodología de más de 50 años.
Entre los asistentes estaba Pamela Marín, quien confiesa no haber dudado en postular luego de haber visto el montaje Los Náufragos de la Loca Esperanza en el Festival Santiago a Mil 2012: “Abrió en mí una nueva perspectiva teatral y junto a esto, una motivación especial fue saber del vínculo que tuvo esta compañía con una gran persona del teatro chileno como lo es Andrés Pérez”. Proveniente de la comuna de La Florida, la actriz de 26 años describe su experiencia como “increíble, intensa, de colaboración, credulidad, confianza, escucha, amor, pasión, trabajo y coraje”, en la que el principal aprendizaje entregado por la troupe francesa fue “tener una mirada fértil en el trabajo, no juzgar, recibir y accionar, estar en el presente, hacer teatro por el teatro y no por uno mismo, a creer, soñar, escuchar, descubrir y no inventar, y a poder vaciar para llenar”. Y agrega: “Porque como dice Ariane, ¿Si estás lleno de ti, dónde va el otro?”.
Motivados por todo este trabajo colaborativo, Pamela y otros participantes de la escuela decidieron reunirse después de finalizar la iniciativa, con el objetivo de generar teatro e intercambiar experiencias y sentimientos. “Queríamos utilizar las herramientas entregadas por el Théâtre du Soleil, poder generar un puente entre Francia y Chile, basar nuestra organización en el trabajo colectivo, sin una estructura jerarquizada, conservar la cultura popular en este país y contribuir con un grano de arena a que el teatro sea accesible a la mayor cantidad de personas, sin importar su posición social y todas esas barreras que impiden una mejor distribución del capital cultural”, explica Pamela.
Así nació Tropa Nómade, una compañía integrada por Pamela Aravena, Damaris Calderón, Christian Cancino, Danilo Cortés, Valentina Fuenzalida, Cristóbal Garay, Macarena Grandon, Pedro Halcartegaray, Pamela Marín, Patricia Moreno, Patricio Narváez, Simón Olea, Jethro Pantoja, Ana María Pinto, Luis Rivas, Thiare Rodas, Paz Sánchez, Nadia Serantes y Javiera Viollo. Todos ellos se reúnen desde el 21 de agosto en distintos lugares como el espacio Azul Violeta, el Centro Cultural Espacio Matta y una carpa de circo que pertenece a la ONG Artes Para la Vida, que trabaja con niños en riesgo social apoyándolos a través de la disciplina del circo.
Dejando de lado sus diferencias, edades, universidades, regiones y países, el grupo ya desarrolla su primer proyecto teatral titulado Cisnes de papel, el cual se estrenará de forma gratuita el próximo 6 de diciembre, a las 18 horas, en el frontis del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, Parque Quinta Normal (Metro Quinta Normal). La función formará parte de ARTCOP21, un Festival Mundial de la Actividad Cultural por el Cambio Climático que apoya las negociaciones del COP21 (Conferencia de las Naciones Unidas por el Cambio Climático) a realizar este año en París, entre el 30 de noviembre y 11 de diciembre.
¿De dónde surge la idea de Cisnes de papel? ¿Por qué les interesó trabajar en torno a este caso en particular?
Nadia Serantes, integrante de Buenos Aires, nos propuso desde la primera reunión –y anteriormente mediante correo electrónico– trabajar en ARTCOP21. Luego la idea de Cisnes de Papel surge por la cercanía que tengo con la Región de los Ríos. Conozco a varias personas –entre ellos mi pareja y una amiga de la carrera de teatro– de Valdivia, San José de la Mariquina y Lago Ranco. De hecho viví en esta región el año pasado durante seis meses.
Nos interesó trabajar en torno a este caso porque nos conmueve profundamente el tema del agravamiento del Río Cruces y el desastre del Santuario de la Naturaleza Carlos Adwanter. Las descargas industriales de la Planta de Celulosa Valdivia, de propiedad de Celulosa Arauco y Constitución (CELCO), han afectado no sólo la emigración de la mayoría de las aves silvestres, incluidos los emblemáticos cisnes de cuello negro, sino que también la calidad de vida, patrimonio cultural y la identidad de todo un territorio, exponiendo de forma constante la salud de sus habitantes. Actualmente, y desde hace 19 años, existe una lucha en la zona costera para que no se haga el ducto (que descarga residuos industriales líquidos o riles al mar) de CELCO en Mehuín. Todo esto da cuenta de un conflicto socio ambiental muy latente, de una forma de hacer y pensar el “desarrollo” de manera obsoleta, y cuyas consecuencias son desastrosas. Hay todo un tema ahí. Mucha de esta información la conocemos por el trabajo realizado por la socióloga Claudia Sepúlveda, quien ha seguido el tema de cerca.
¿Qué se va a poder ver en escena? ¿Qué elementos del Theatre du Soleil podremos identificar?
En escena se verá un trabajo en proceso. Como comenté anteriormente, en un inicio será en apoyo a ARTCOP21 y luego seguiremos trabajando los próximos meses para hacer un montaje más completo.
Los elementos más identificables de las herramientas entregadas por el Théâtre du Soleil son el trabajo colectivo mediante el uso de la improvisación y los coros. Estos elementos nos han resultado muy útiles e inspiradores al momento de desarrollar este proceso creativo. Crear algo en tan poco tiempo, ha sido difícil, pero como nos enseñó Ariane y la compañía, hay que trabajar la “musculación del imaginario” -el trabajo constante de la imaginación como músculo-, y eso hemos intentado hacer en todos los ensayos.
¿Cuáles son los desafíos de la compañía, de aquí a futuro?
Nuestros desafíos son hacer teatro por el teatro, que lo pueda ver todo el público posible, seguir construyendo sobre la base de nuestra diversidad, crear un lenguaje escénico universal, ser una gran compañía de teatro sensible ante su entorno y seguir aprendiendo siempre con diferentes compañías/festivales/fundaciones de éste y de todos los países, entre otras cosas.