Fira Tárrega celebra el teatro chileno y le dedica foco en su próxima versión

El 8 de septiembre comienza el festival español cuya programación está enfocada en los espectáculos de calle, visuales y en los no-convencionales. Frames de La Licuadora, La cocina pública de Teatro Container, Viaje N°9 de Teatro del Sonido y Fulgor de Teatro Niño Proletario serán los representantes de nuestro país.

Como un “interesante país”- ya sea como mercado, o por su potencia creativa- ha catalogado el festival español Fira Tárrega a Chile y su realidad teatral. Tanto así, que en su próxima edición que se realizará entre el 8 y 11 de septiembre en Tárrega, en la comunidad de Cataluña, contará con una programación sólo de montajes chilenos.

Para Jordi Duran, director artístico de Fira Tàrrega, esta decisión se debe a que “Chile es una potencia mundial en teatro callejero y con una larga tradición”, explicó al diario británico Financial Times. “La estética del teatro europeo de calle es buena, pero a veces extraño el compromiso y la sofisticación de la composición dramática. Los artistas chilenos son fuertes al escribir teatro de calle, pero también son buenos en la producción de diseño, lo que los hace atractivos a nivel internacional”, agregó en la entrevista.

Desde su creación en 1981, el encuentro ha fijado su interés en los espectáculos de calle, visuales y en los no-convencionales; y es por eso que dentro de su cartelera presentarán montajes chilenos que han sabido destacarse dentro del medio nacional. “Los performers lidian de forma inteligente temas como la inmigración, la recuperación de la memoria histórica o la colectividad social”, agregó Jordi sobre la creación teatral de los chilenos invitados. “Los trabajos que me gustan son políticos, pero no políticamente correctos. Eso les da una relevancia global”.

El primer espectáculo que se presentará será Frames, una pieza de danza que la compañía La Licuadora creó como una intervención de espacio público para inaugurar el Festival de danza contemporánea Vertientes en Santiago. Interpretado por cinco bailarines, y dirigido por el coreógrafo Rodrigo Chaverini, el trabajo experimenta con la individualidad y la multiplicidad a través del tiempo y del espacio; y donde los bailarines se expanden y contraen mientras despliegan una danza efímera y persistente.