29.4.2016 | None
Geografía Teatral estrena obra en el ciclo Teatro Hoy luego de diez años de humor negro y anti sistema
El sótano de un pub fue el escenario escogido para presentar el montaje After, la primera obra de la naciente compañía Cabro Teatro, integrada por egresados en 2005 de la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile. “Es divertida, melodramática, sincera…uno le cree”, señalaba la crítica de ese momento, ante una obra íntima, que cuenta la historia de un joven que presta su departamento para una fiesta y que luego del paso de las horas y el desastre, entabla una conversación con una desconocida que fue invitada al evento.
Desde ese momento han pasado 10 años, numerosas obras, y un par de cosas cambiaron. Desde el segundo montaje se bautizaron como compañía Geografía Teatral, ya que los representaba más en cuanto al análisis exhaustivo y agudo de la sociedad chilena actual. Con este nombre han escrito su historia y hoy se preparan para el estreno de su última obra Trabajo Social, que abrirá la sexta versión del ciclo de teatro chileno contemporáneo Teatro Hoy, en la sala de Teatro del Puente con una temporada del 6 al 29 de mayo. La obra, según ha indicado su director, nos obliga a reflexionar sobre las diferencias sociales en el mundo y en Chile, es una creación colectiva particular, ya que “siempre ponemos en juicio nuestra propia vida, nuestra propia experiencia”, comentó la actriz y fundadora de Geografía Teatral, Bárbara Vera.
“Justo la obra que vamos a estrenar se trata de mostrar la realidad tal cual es, estamos tomando la figura de los trabajadores sociales para hacer un estudio de la sociedad y sobre todo de los desclasados. Este grupo que no ganan sueldos grandes pero usan mucha tecnología, que no sabemos cómo clasificarlos, si son pobres o ricos. Desde allí hay bastante estudio, trabajamos con una antropóloga que nos mostró unos rankings, a qué grupo perteneces si estás en un banco, cuanto ganas, donde vives, etc. Nosotros estamos también en esa, todos tenemos 30, hay que decidir si vamos a formar familia…hay muchos cuestionamientos, sobre todo de nosotros que somos anti sistémicos al trabajar en teatro. Es un tema del que nos interesaba hablar”, señaló.
La observación y el análisis de los problemas sociales, políticos y culturales son las bases de Geografía Teatral, que expuestos desde una mirada contemporánea, y desde nuevos lenguajes se atreve a llenar espacios reales o similares para contar sus historias. En ese sentido, para la también productora, exponer de esta forma los temas se ha convertido en el sello de la compañía.
“Nuestra forma de hacer las cosas se aplica a todas nuestras obras, hablamos de realidades chilenas, exagerándolas un poco y con humor negro, oscuro, muy chileno, porque nos reímos de las tragedias. Nos salen así las obras, no es que lo busquemos, hay un detonador en eso y por lo mismo nos gusta trabajar con actores inteligentes, críticos que se preocupen, que les importen los temas y que le den una vuelta más. Creo que otro de nuestro sello es que nos gusta que el público se vaya reflexionando, cuestionando lo que exponemos porque hay varios matices. Y lo otro es el factor estético que nos gusta mucho y nos preocupamos mucho. Queremos tener una imagen visual atractiva y cuidada”, explicó.
Luego de After, vino el primer montaje de dramaturgia propia a cargo del director Tomás Espinoza, quien escribió Menú B, una comedia que nos habla de los estereotipos, el amor y los proyectos de vida de una pareja, un tanto dispareja. A este montaje del 2008, lo sucede otro estreno de ese año. Se trata de Natacha, una obra escrita por el dramaturgo chileno Armando Moock (1894 – 1942), en 1925 y que habla de los cuestionamientos de una mujer hacia ciertos valores convencionales como la soltería, la fealdad, el matrimonio y la existencia de la belleza. La obra fue montadoa en una casa antigua con el fin de simular los años 20, como ha sido la constante búsqueda del elenco.
Este sería el primero de los dos montajes que la compañía haría del autor, ya que en 2010 llevaría al escenario Isabel Sandoval Modas. ¿Por qué este autor? “Por la actualidad de sus argumentos”, cuenta Bárbara Vera. “Pensamos que estas obras son súper contemporáneas. Son temas muy actuales, porque vemos a una sociedad muy clasista. Con las dos obras nos pasó lo mismo, Tomás (Espinosa) le dio una vuelta al texto sin dejar de lado el realismo”.
Ese mismo año montaron Julia Obesa, obra que explora el impacto que sienten las personas de clase media baja ante la delincuencia, y la obesidad mórbida de una niña que vive con un sedentarismo extremo. La obra ganó un Fondart y se presentó en el Festival Santiago a Mil del año 2009. Otras propuesta fue Una impostura del recuerdo, del dramaturgo norteamericano Sam Shepard, que fue ganadora del Premio Pultzer en 1979 y que además ha sido llevada al cine. La adaptación fue premiada como Mejor Montaje, en el marco del Tercer Festival de Dramaturgia Norteamericana Contemporánea 2010, organizado por el Instituto Chileno Norteamericano y el Teatro Lastarria 90.
Ante tan importante autor cabía la posibilidad de sentirse intimidados, sin embargo ese no fue el escenario porque “el texto era increíble, nos había llegado del cielo, tenía ironía y buenos personajes. Tuvimos que acortarlo un poco, pero todo fluyó, creo que supimos leer la obra”, nos contó la actriz quien además aseguró que si los derechos de Shepard no fuesen tan caros volverían hacer obras de él. “Fue interesante porque es un gran dramaturgo, tenía ese humor que nosotros trabajamos y nos permitía hacer un trabajo escénico distinto”, agregó.
Luego de esta experiencia, la compañía participó con Cuerpecito, Cuerpecito, Dime… (2010) del artista multidisciplinario belga Jan Fabre, en el Festival Fabre. La presentación en el evento consistió en montar bajo el concepto de “cuatro artistas dialogan con Jan Fabre”, donde la puesta en escena vuelve a aparecer como un factor importante del trabajo del elenco. Al año siguiente, pusieron en escena el proyecto site – specific La causa del siniestro, montada en la azotea de un edificio y que relata la historia de un grupo de vecinos que jamás se interesó por conocerse entre sí, hasta que se ven obligados a entablar relación ante un gran incendio.
Luego de las llamas, los actores cambiaron el vestuario y el peinado lleno de hollín por pelucas blancas que rememoraban tiempos del rococó. Esta nueva historia se desarrolló en un pequeño minimarket, en donde se teje una historia de caos, pasión y deseos, desencadenada po un extranjero que viene a desbaratar todo. La obra, basada en el texto Orfeo desciende del escritor estadounidense Tennessee Williams, recibe el nombre de El lado sur.
“Queríamos repetir esta experiencia de trabajar con dramaturgos importantes y darle una vuelta al texto. Como en un principio se alejaba mucho de nuestra realidad, Tomás (Espinosa) hizo una nueva versión”, contó la actriz quien nuevamente es la protagonista e interpreta a Lady. “Para armar este personaje me guié por Williams porque tiene una descripción muy rica de los personajes. Trabajamos a partir de un mundo que creamos, de un pueblo que todos ocupaban esas pelucas antiguas, respondiendo a nuestro trabajo estético en que exageramos ciertas cosas”, recuerda la actriz.
A estos nueve montajes se suma la producción Terreno en venta (2013) que se basa en el mundo del corretaje de propiedades, la obra se exhibió en el Festival de Teatro Experimental (FETEX) y ha significado para la actriz una continuidad de lo que han estado planteando. “A nivel argumental tiene que ver mucho con la primera obra, pero hemos ido descubriendo otros lenguajes. La primera era muy realista pese a los guiños de cine, la última era más contemporánea e involucraba al público”, finalizó.
Trabajo social se presenta en el marco de la sexta versión del ciclo Teatro Hoy 2016, del 6 al 29 de mayo en Teatro del Puente. Entradas a la venta en Boletería Teatral en Costanera Center y aquí.