La canción kitsch y cebolla llega a los escenarios con “Morir de Amor”

Con el sello único de Los Contadores Auditores, el musical estará desde el 3 de agosto en el Teatro Nescafé de las Artes.

Por Lorena Caimanque L.

Llevan más de 10 años trabajando juntos y su espíritu de búsqueda sigue intacto. Felipe Olivares y Juan Andrés Rivera, fundadores de la compañía Los Contadores Auditores, se han destacado en la escena teatral por el uso del humor y la creación de universos con guiños a lo pop, kitsch y a la cultura televisiva.

Por eso no lo pensaron dos veces cuando Francisco Olavarría, fundador de la productora Cultura Capital, los llamó para escribir y dirigir un musical basado en los grandes éxitos del cancionero A.M. latinoamericano. Así fue cómo se gestó “Morir de Amor”, obra musicalizada a través de inolvidables artistas como Yuri, Juan Gabriel, Zalo Reyes y Pimpinela

“Siempre habíamos querido trabajar en un musical y rápidamente apareció el universo de las telenovelas clásicas, de los culebrones latinoamericanos que dialogaban muy bien con este playlist con temas de Yuri, Emmanuel, Luis Miguel o Juan Gabriel, que son además canciones que están metidas en nuestro inconsciente y que evocan muchas emociones”, cuenta Juan Andrés Rivera, codirector de este montaje.

¿Qué desafíos implicó desarrollar este musical?

Significó abrir la cabeza y el método de creación. Si bien habíamos hecho antes un musical medio under que se llamaba En busca del huemul blanco (2013), la dimensión de esta obra es un poco mayor porque uno está al centro coordinando todas las áreas. Y eso ha sido lo más desafiante pero al mismo tiempo lo más bonito.

Canciones que narran

Inspirada en recordadas teleseries como María la del barrio (1979), Los ricos también lloran (1979), Cuna de lobos (1986) o Pantanal (1990), Morir de Amor cuenta la historia de tres adineradas hermanas cuyas vidas están cruzadas por el romance, la rivalidad, la envidias y la traición. “Los personajes son un poco arquetipos clásicos de estas teleseries. Y esa interpretación también nos ha permitido jugar con el humor y la exageración y, al mismo tiempo, resignificar y reírnos del machismo de la época”, comenta Juan Andrés.

Y además agrega: “Y a lo otro que le pusimos harto ojo fue a encontrar canciones que narraran algo, que a través de sus letras lograran dialogar con las escenas y los personajes”.

El cancionero cebolla es tan amplio que el proceso de selección de los temas no fue simple. De hecho, para la creación de Morir de Amor, Los Contadores Auditores revisaron más de 40 temas: “teníamos algunos requisitos como que fueran hits muy presentes en la cabeza de las personas. La idea era que, además de ser coreables, fuesen capaces de evocar distintos sentimientos. No queríamos sólo canciones de amor, sino también de despecho o traición. En ese sentido Pimpinela es excelente porque siempre tiene diálogos cotidianos de relaciones de pareja, o tenemos una canción de Gloria Trevi que describe una relación media abusiva”.