1.9.2015 | None
La larga espera de los teatros regionales
El pasado 7 de agosto, en la Región del Biobío el Ministerio de Obras Públicas entregó a la empresa Echeverría Izquierdo los terrenos donde se construirá el Teatro Regional para entregarlo en 2017.
La noticia causó alegría entre los habitantes y artistas de la región. Después de 21 años se concreta la construcción de este espacio de 9 mil 700 metros cuadrados de superficie, en los cuales se contempla una sala para 1.200 espectadores (misma capacidad del Teatro Municipal de Santiago o del Teatro del Lago de Frutillar).
La inversión de 18 millones de pesos es del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) y el Servicio de Vivienda y Urbanismo.
La noticia representa un gran avance, ya que, según estimó el Intendente Rodrigo Díaz, por fin pone “en lo más alto la creación cultural de la Región del Biobío”. Pero también deja en evidencia un sistema de planificación tedioso, complejo y con fallas en la fiscalización, ya que desde 2010 han existido problemas en la licitación de dicho recinto.
La espera del Biobío no es la única. Una situación similar ocurre con el Teatro Gabriela Mistral de La Serena, que sigue paralizado. Existe un terreno dispuesto para la obra, pero al estar ubicado en el sector Espejo de Agua, es un terreno fangoso producto de aguas subterráneas.
Para el alcalde de dicha comuna, Roberto Jacob, ha existido falta de planificación, sobre todo al momento de realizar un estudio de suelo. Finalmente, los 8 mil 800 millones de pesos destinados al proyecto no serán suficientes para su concreción.
La Subdirectora de Cultura del CNCA, Lilia Concha, explicó que resolver ese problema financiero no es sencillo. “Los recursos se aprueban en virtud de un proyecto que incluye una propuesta de infraestructura. Nosotros manejamos presupuestos controlados, que son aprobados desde el ministerio de Hacienda y el Parlamento. No podemos unilateralmente decidir el aumento de presupuesto. En esos casos, tenemos que volver a estudiar el proyecto para verificar que se necesitan más recursos, y con eso hacer las gestiones para eventualmente aumentar el presupuesto”.
Ambos teatros regionales fueron parte de los compromisos presidenciales anunciados por el ex presidente Sebastián Piñera en el Programa de Teatros Regionales del CNCA. El propósito del programa es construir cinco teatros que permitieran articular una red nacional. El plan considera la rehabilitación de los teatros patrimoniales de Iquique y Punta Arenas, más los nuevos teatros de La Serena, Rancagua y Concepción, todo esto como parte del Legado Bicentenario.
De ellos, sólo dos han abierto sus puertas. En Punta Arenas, el restaurado Teatro Regional José Bohr de Magallanes, construido originalmente en 1899, fue reinaugurado en 2012 después de permanecer tres años cerrado por su estado de deterioro y riesgo de derrumbe. Por su parte, el nuevo Teatro de Rancagua abrió en 2013 y cuenta con un presupuesto que les permite operar y programar durante el año óperas, ballet clásico y conciertos de orquestas sinfónicas.
No cuentan con la misma suerte los nuevos teatros regionales de La Serena y Concepción, como tampoco el patrimonial Teatro Municipal de Iquique. Este edificio, construido en 1890 y nombrado Monumento Nacional en 1977, permanece cerrado desde 2007. El terremoto de 2005 agravó los daños en infraestructura, por lo que requiere la restauración de su cubierta, base, fundaciones, revestimientos y accesos, así como también restaurar las pinturas, relieves, columnas y butacas.
Hoy, el recinto construido con madera de pino Oregón traída desde Estados Unidos se encuentra prácticamente abandonado, con graves daños estructurales, humedad y acumulación de abrasivas fecas de gaviotas y otros pájaros.
Nadie respondió al llamado a licitación del proyecto en febrero de este año, por lo que el MOP declaró desierta la convocatoria. El Ministerio podrían llamar a un segundo proceso para destinar 5 mil 600 millones de pesos a la restauración arquitectónica del teatro, los cuales son aportados por el Gobierno Regional a través del FNDR, la Municipalidad de Iquique y el CNCA.
Es ante este panorama de plazos interminables, cuando los habitantes de las regiones de Tarapacá, La Serena y Biobío se preguntan por la efectividad y falencias del sistema.
Para Lilia Concha, hay ciertos aspectos que exceden sus funciones y que dependen de otros factores. “Las capacidades de gestión de los municipios son distintas. Hay unos que tienen bastante más capacidad como para construir centros culturales o teatros, en contraste con otros. Sobre todo en los proyectos culturales que se iniciaron en el mandato anterior de la presidenta (Bachelet). Hasta hoy estamos destrabando complicaciones para tener estas estructuras funcionando”.