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22.7.2015 | None

Un día de teatro con Ariane Mnouchkine

Un día de teatro con Ariane Mnouchkine

Un mes aprendiendo teatro con la maestra Ariane Mnouchkine. Eso están viviendo 230 artistas entre 18 y 67 años en la Escuela Nómade. Junto a la directora y 10 actores del Théâtre du Soleil, el grupo tiene la oportunidad de absorber más de 50 años de experiencia. Acá, una mirada a cómo se vive un día de este proyecto único en el mundo.

Por Catalina González

Entrar al Centro Cultural Espacio Matta de La Granja por estos días es como entrar a otro mundo. Cada mañana, más de 250 artistas de Arica, Calama, Iquique, Valparaíso, Rengo, Concepción, Temuco, Puerto Montt y Santiago, sumados a argentinos, bolivianos, brasileños, canadienses, colombianos, peruanos y uruguayos, se reúnen en la Escuela Nómade, la primera iniciativa de formación del Théâtre du Soleil en Chile y el mundo.

El día parte con el registro de asistencia por parte de dos miembros de Fundación Teatro a Mil, institución organizadora del proyecto. Cuando quedan sólo minutos para las 10 de la mañana, los números de cada participante son gritados al paso mientras van a camarines a ponerse ropa más cómoda. Las clases parten puntualmente y no se aceptan faltas sin justificación.

El taller arranca con una melodía épica e intensa. El primer grupo sube al escenario. “¿Quién tiene una visión?”, pregunta la directora.

Así, comienzan a hilarse pequeñas obras: un ciego atrapado entre varias paredes, un ejecutado que espera su condena, un buzo asistido por dos hombres, una pareja de las cavernas escapando de lo desconocido, dos cíclopes que batallan y se retuercen en escena.

Los imaginarios de cada tallerista pasan al frente, pero ¿qué escenas puedes crear si no tienes un vivo mundo interior? ¿Qué ocurre si entras en tu cabeza y no puedes sacar lo que tienes dentro?

“No hay que ser demostrativos ni abstractos”. “No es música de fondo”. “Hay que estar en la música todo el tiempo”. “Todavía es demostrativo, no logro partir en un viaje contigo, no me maravillo”. Estos son algunos de los comentarios que va haciendo Mnouchkine a lo que ve sobre el escenario. Busca la experiencia del teatro como un viaje.

Mientras, el resto de los talleristas, transformados en público, se mueven inquietos. De las graderías caen zapatos, la ropa cuelga, algunos hacen ejercicios relajantes, otros mueven sus bocas, preparándose para salir al escenario. El café corre entre los compañeros y te sientes parte de esa familia teatral que Mnouchkine creó cuando fundó el Théatre du Soleil hace 50 años.

La responsabilidad del teatro

Las visiones que tienen los tallistas hoy son borrosas, y la directora pide a dos actores del Soleil que den un ejemplo para materializar lo hablado. El aire cambia cuando comenzamos a adentrarnos en una cruda escena de violación. “Me costaba no juzgar”, dice después Sebastián, actor del Soleil. La improvisación terminó cuando la actriz se defendió arrancándole los testículos a su compañero, quitándole las llaves y escapando de su prisión.

“En la improvisación tenemos el derecho de hacer todo. En el espectáculo debemos preguntarnos qué contamos, qué defendemos. Podemos destruir al violador, pero no a la violada”, dice Mnouchkine al analizar la escena. “Por eso tienen que hacer el ejercicio. Es responsabilidad del autor, del director y del elenco mostrar una mujer que se defiende”.

Equivocaciones como respuesta

A la una de la tarde, la clase hace una pausa para almorzar. El casino de Espacio Matta se repleta. Al volver a trabajar, se genera un espacio de conversación. “Cuando se es actor hay que escuchar, ver, recibir, estar en el presente y hacer teatro”, reflexiona Ariane Mnouchkine frente a una audiencia que la sigue atenta en todo momento. “Si eres actor eres un artista, eso quiere decir que eres un transformador, tienes que encontrar síntomas”.

Los ejercicios continúan, pero los cuerpos no logran mostrar lo que la directora pide. “Ustedes utilizan la música como de película, pero ese no es el ejercicio”. Las críticas no son injustificadas. “El equivocarse puede dar otras respuestas. Ese ir y venir es lo que da cuenta del trabajo”.

Al finalizar cada jornada, la directora, el elenco y los talleristas vuelven a conversar sobre lo ocurrido. “Cada uno entra en su propia isla, pero hay que permitir que todos se integren”, señala un actor. “Nos quedamos en la situación, y no en qué estado afrontaremos esa situación”, dice otro.

“Nos quedamos todos en la cabeza, y eso es demasiado letal. No estamos trabajando al servicio del teatro sino de nuestros intereses” señala una participante resumiendo la clase. Mañana vendrán nuevas visiones junto a este colectivo nómade que se ha formado en Chile.

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De lunes a viernes desde las 10:00 puedes ver un nuevo capítulo de la Escuela Nómade aquí, el cual estará disponible por 24 horas. De esta forma podrás ver a tu propio ritmo el taller que se está realizando en Espacio Matta. Emitiremos un capítulo por día hasta el 28 de julio.

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