Debora Weibel, SIDARTE: "Urge crear una mesa de trabajo colaborativa con el gobierno"
Han sido meses álgidos para el país, el estallido social del 18 de octubre que con demandas justas irrumpió nuestro cotidiano e impactó el trabajo de distintos sectores, y ahora la incertidumbre del avance del virus COVID-19. Pero ¿cómo afecta esto al arte y la cultura?, un sector precarizado desde antes en Chile. Conversamos con Debora Weibel, presidenta del Sindicato de Actores y Actrices de Chile.
Por Constanza Rifo
Chile lleva tiempo ya en deuda con el arte y la cultura. Las políticas públicas y el financiamiento disponible para su actividad no son suficientes para cubrir el piso mínimo de los y las artistas del país. Esto no es algo nuevo, tampoco lo es que no es un área prioritaria para el mundo político, ya sea por falta de visión o quizás porque vivimos en un mundo donde los números son más relevantes que cualquier otra cosa. Sin embargo, los y las artistas durante muchos años se han organizado para visibilizar su trabajo, luchar por dignidad laboral y seguir impulsando nuevas creaciones.
Mientras estamos en cuarentena obligatoria o voluntaria para no contagiarnos o contagiar a otros con el COVID-19, las alternativas culturales parecieran salvarnos todos los días. Ver una película, una serie, una telenovela o un documental en Internet, seguir un concierto de ópera o de música popular por streaming, recorrer museos virtualmente, escuchar música o un radioteatro, son solo algunas de las opciones que ofrece el mundo digital para calmar ansiedades y permitirnos llevar de mejor manera el encierro. Pero, ¿cuál es la realidad de las personas, artistas y creadores que están detrás de cada uno de esos contenidos?.
La precarización del sector ya podíamos palparla en 2014, gracias al estudio "El Escenario del Trabajador Cultural en Chile", una publicación del Proyecto Trama del Observatorio de Políticas Culturales, en el que advertían que: "La mayoría de los trabajadores de la cultura en Chile se clasifica como trabajador independiente o por cuenta propia (56,6%). Le siguen, aunque en una proporción menor, los que se desempeñan como asalariados del sector privado (19,7%) y, luego, los que son asalariados del sector público (14,1%). Un grupo minoritario que apenas supera el 2% se reconoce como empleador (2,4%) y un 7,2% se encuentra desocupado o cesante. Es evidente la falta de estabilidad laboral del trabajador de la cultura, puesto que mientras el 65,0% de la fuerza laboral en Chile es trabajador/a dependiente, en el área esta cifra llega solo al 33,8%".
Las cifras no eran alentadoras entonces y no lo son ahora, menos después de la situación que está viviendo el país y el mundo. Es por esto que conversamos con Debora Weibel, la mujer que asumió en diciembre la presidencia del histórico sindicato de actores y actrices de Chile. Es actriz y docente, egresada del instituto profesional Arcos en el 2013. Junto a su compañía de teatro Pehelagarto ha realizado distintas obras de Federico Zurita. Además, se desempeña como productora especializada en medios digitales.
¿Cómo ha sido para ti, como nueva dirigenta de Sidarte, y para la nueva directiva en general, enfrentar esta crisis seguida del 18 de octubre que ya tenía bastante afectado al sector?
−Bueno la verdad ha sido bien fuerte. Justo post estallido social nosotros empezamos a trabajar y si bien habían medidas que ya se estaban impulsando desde Sidarte, después del 18 de octubre se empezaron a agilizar diversas tareas y desafíos que teníamos previstos para todo este año. Hoy en día tenemos que trabajar el triple porque la crisis está cada vez más fuerte. Si llevamos tres meses de directiva, sentimos que son como seis.
¿Cuál es el panorama de los y las trabajadoras de la cultura en Chile?
−Pasa mucho que en el arte y la cultura en general, pese al año en que estamos de mayor conversación pública, aún hay gente que cree que esto es un pasatiempo. Cuando ven que te dedicas a esto 100% viene la pregunta de rigor ¿y se vive del arte?, y uno quisiera decir que sí, porque te levantas cada día a trabajar en lo que escogiste, y obviamente uno quiere decir que vive del arte, pero en la sociedad en la que estamos es muy difícil, porque la precariedad se normaliza, no tenemos una condición laboral que nos asegure algo digno y solo nos queda sindicalizarnos para seguir luchando por nuestro futuro. En la sociedad no estamos considerados ni consideradas, no contamos con contratos dignos, no tenemos seguros, no tenemos salud.
Es triste nuestra situación porque considero que somos uno de los primeros y las primeras en hacer cosas cuando el mundo lo necesita. Somos los que participamos en campañas, que nos hacemos cargo de ser comunicadoras y comunicadores, que tenemos la sensibilidad para llegar de alguna u otra manera con temas importantes, de interés público. Ponemos en el escenario la contingencia para reflexionar, trabajamos como docentes, producimos nuestros trabajos, abarcamos un montón de áreas. Necesitamos re-educarnos como sociedad, pero también internamente porque esta normalización nos daña como artistas.
Considerando lo que planteas, ¿en qué posición se encuentran hoy frente a esta crisis en la que muchos no podrán trabajar?
−Sidarte levantó una iniciativa que es un llamado de Arica a Punta Arenas a formar mesas de trabajo, que se organicen transversalmente para empezar a indagar cuáles son las medidas de urgencia. Ahí se crea una "Red nacional de artes escénicas" y bajo esta red hoy estamos trabajando con petitorios para el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, MINCAP. Estamos levantando un catastro, con propuestas de corto y mediano plazo. Lo más urgente es frenar las medidas que se están tomando por parte del gobierno a puertas cerradas, y crear una mesa colaborativa de trabajo con expertos en el área, si no trabajan con nosotros dudamos mucho que las resoluciones que ellos tomen sean efectivas.
A partir de este catastro, ¿cuál es la realidad del sector cultural hoy, en términos de precariedad laboral?
−La Red Nacional de Artes Escénicas logró convocar a más de 50 organizaciones que representan a más de 8.000 artistas. Cuando hablamos de que a un 80% de artistas no les benefician las medidas del gobierno, nos referimos a un porcentaje que no tiene las condiciones laborales básicas, e incluye a compañías emergentes y de teatro callejero, profesores y profesoras, cuya estabilidad económica depende de fondos concursables. Primero deberíamos empezar a trabajar desde otro lugar, abriendo espacios que aún no existen para entregar condiciones a este porcentaje de artistas, y luego tomar medidas, porque éstas solo benefician a ese 20% que es la excepción a la regla. Respecto al catastro que estamos desarrollando, todavía no queremos levantar números para ser responsables con el cierre de este proceso.
¿Qué respuestas han tenido del ministerio sobre la solicitud de armar una mesa conjunta?
−Tuvimos una reunión con el Subsecretario de Cultura pero todavía no tenemos una respuesta concreta, lo que no es negativo porque así como no obtuvimos un sí, tampoco obtuvimos un no, y la verdad es que Juan Carlos Silva es conocido por tener ganas de querer trabajar colaborativamente, entonces estamos elaborando una carta y una agenda para nuevas reuniones. Sin embargo, hace unos días se difunde este comunicado de parte del MINCAP con las medidas. Jamás pensamos que después de esa reunión iban a seguir trabajando porque tenían conciencia de que en nuestro petitorio el primer punto era que dejaran de definir temas sin nosotros, entonces justo cuando habíamos visto una luz sobre esta mesa colaborativa, sale esta medida.
¿Qué piensas de los 15 mil millones que se van a redistribuir para auxiliar a los y las artistas? ¿A quiénes realmente beneficiará y cuáles son los problemas con esta medida?
−Nos parece tremendamente irresponsable lanzar un titular como el que sacaron: "se van a distribuir 15 mil millones de pesos en cultura", porque eso tiene mucha letra chica y genera un montón de dudas. Estamos en una batalla constante de visibilizarnos como trabajadores y trabajadoras y es irresponsable anunciar este comunicado con ese titular en medio de la crisis social que estamos viviendo. Nosotros tenemos conocimientos legales sobre temas de fondos, entonces ¿de dónde va a salir esta plata?, ¿qué se va a cancelar para tener estos fondos de manera inmediata?, porque inyección de recursos no es, entonces si están redistribuyendo fondos nos parece grave. Por lo demás, si ellos no han hecho un trabajo colaborativo con nosotros en cuanto a estudios y catastro, ¿cómo se va a distribuir el dinero? Todas esas dudas nos surgen porque sabemos que existe una falencia de información. Es un trabajo difícil y es algo que nosotros ya venimos elaborando, entonces lo decimos con conocimiento de causa.
Pareciera que algunas personas no entienden la necesidad de que el Estado tome medidas que beneficien a los artistas en estos momentos. Justamente en redes sociales se armó un debate sobre los 15 mil millones apuntado a que no es la prioridad en estos momentos y que son recursos que deberían estar en salud.
¿Qué opinas de esto?
−Tiene que ver con lo que mencionaba antes sobre la necesidad de re-educación, hasta ahora lo que se ha visto culturalmente en este país es que nuestro trabajo no es un trabajo, no somos vistos como trabajadores y trabajadoras. La economía está en crisis para todos y todas, y por supuesto que alguien que no ve a la cultura como una prioridad, claramente no lo entiende. Hay que retroceder, ir al principio, hacer un trabajo que depende de todos, y si las autoridades de nuestro país no nos acompañan en esto de visibilizar y valorizar nuestro trabajo, está difícil.
Hay bastante gente aún que no logra entender qué significa arte y cultura, sin embargo vemos que en las redes sociales se comparte la oferta cultural y artística disponible en estos tiempos difíciles para entretenerse en casa, donde puedes mirar una película, una obra de teatro, un documental o un concierto, y eso es gracias a nosotros, a los y las artistas. Sin duda, ahí hay un trabajo que hacer, falta entender, hay mucho desconocimiento.