27.4.2018 | None
Día Internacional de la Danza: ¿Por qué celebramos?
Por Karina Mondaca y Constanza Rifo
Desde 1982, y por iniciativa de la UNESCO, es que cada 29 de abril se celebra el Día Internacional de la Danza. La fecha, escogida por ser el natalicio de Jean-Georges Noverre, maestro y creador del ballet moderno, busca dar a conocer y motivar la participación y formación de danza, ya sea a través de actividades abiertas al público o de muestras de espectáculos a cargo de nuevos y clásicos artistas de cada país.
Chile no está ajeno al festejo, y por eso se han organizado diferentes actividades que el público podrá disfrutar este día y las semanas próximas. Aprovechando la ocasión, es que quisimos conversar con algunos de los protagonistas de la escena actual, y junto a ellos reflexionar en torno a la disciplina: ¿Podemos celebrar? ¿Por qué motivos? ¿Cómo ves el desarrollo de la disciplina en la actualidad? Aquí responden:
Bailarín, coreógrafo y director de la Compañía de Danza de Papel. Ganador del premio Altazor 2009, y ex director de la compañía de Danza Balmaceda Arte Joven.
“En mi caso particular, yo celebro el Día de la Danza porque al ser profesor, hay un día importante para conmemorar y situar la disciplina de la danza en un lugar que históricamente sea significativo para los estudiantes. Luego lo celebro como una posibilidad de visibilizar nuestro trabajo artístico, y en tercer lugar creo que celebramos este día para reunirnos como comunidad y poder apreciar el trabajo artístico que hacen nuestros compañeros.
Creo que es importante celebrar porque nos permite respetar los diferentes estilos que existen, y generar una reflexión respecto de la metodología de trabajo. Este día nos permite acercarnos a nuestros pares y eso me parece importante”.
Bailarina, coreógrafa y profesora, directora de Cía. Pe. Mellado Danza. Creadora y directora del CIEC, Centro de Investigación y Estudios Coreográficos.
“Siempre es bueno celebrar. Es importante el rito de un día dedicado y a que lo hace ser especial, en este caso, el Día de la Danza. Ha sido en Chile un proceso lento que se ha fortalecido con los años”.
“Puedo hacer una relación a partir del contexto de cómo lo veo yo en la Universidad de Chile, en que asisten chicos a tomar clases de distintas cosas, clases que dan ellos mismos, y eso habla de una diversidad de estilos y géneros características de esta época. Veo que lo pasan muy bien, lo disfrutan, se ríen, se mueven, gritan, etc.
En relación con la danza en el ámbito más artístico, pareciera que también hay diversidad de estilos, y pienso que celebrar da la posibilidad de parar y retomar conversaciones sobre el estado de la danza tanto, en lo personal como lo colectivo, es un instante en que se actualizan las reflexiones. Pienso que aún hay una escena inmadura en el sentido de la generación de conocimiento propio o autónomo con respecto a los propios procedimientos, pero creo que siempre hay personas que van hacia ese lugar, lentamente”.
Egresada de la carrera Intérprete en Danza mención Coreografía en Universidad de la Américas. Integrante de la Compañía de José Vidal y fundadora de Pseudónimo cia.
“Yo siento que celebro la danza a diario. No soy de celebrar en días que se establecen por calendario, sino que trabajo en ello diariamente y es una motivación diaria la que tengo de moverme, de crear, de compartir, de dialogar. Siento que es algo que estoy constantemente haciendo, porque cada día que abro los ojos y sé que puedo moverme, ya agradezco por eso. Por eso celebro cada día, por el hecho de estar viva.
“Siento que interpretativamente hay un motor que está moviendo constantemente a todos a hacer y crear, y me parece sumamente importante que aparezcan esas ganas, porque se necesitan bailarines y ahí estamos todos dispuestos a colaborar en los diferentes proyectos. En la creación siento que hay un montón de cosas que están pasando que son importantes, pero es más importante desde dónde lo abordamos, de dónde miramos para crear.
A veces nos quedamos mucho en la superficialidad y realmente no estamos mirando más allá. Lo más importante no es tratar de solucionar las cosas por encima, sino que hay lugares más profundos a los cuales podemos llegar. En la creación eso es lo que nos hace profundizar en un lenguaje propio, eso más que al estar con otros. Éste es un lugar mucho más independiente, mucho más personal, y tendemos a armar masas y no a decir ‘esta es mi misión con respecto a algo’. Como que empezamos a pensar igual y deberíamos tener una idea clara sobre algo, y eso es válido reflejarlo y compartirlo, en vez de subirnos todo a un carro, porque somos únicos y tenemos diversas opiniones. Siento que, si se abordara eso, habría mucha más diversidad de lenguaje en la creación, más que en la manera de hacer. Todas estas cosas pueden sumar y así empezar a colaborar, más que por un entendernos humanamente, entendernos artísticamente, porque éste es nuestro trabajo, es nuestra manera de abrir y expandir las mentes de las personas que van a ver arte. No es educar, porque no tengo algo que enseñar, pero sí podemos entregar nociones de cosas, de símbolos, para que puedan darse cuenta de cosas de las que no se están dando cuenta actualmente. Siento que esa pega de todos los que trabajamos en el arte”.
Foto principal: Las Danzas del Futuro de Francisco Bagnara (c) Fabián Cambero