22.10.2015 | None
LaMicro Theater, dramaturgia hispanoparlante en Nueva York
Hace un par de días, les contamos sobre Escena Sur: Plays & Memory, un ciclo de lecturas dramatizadas que se estaban llevando a cabo en Nueva York, gracias al trabajo de LaMicro Theater, una compañía fundada por dos actores chilenos.
Una de ellos es Berioska Ipinza, actriz y directora ejecutiva de la agrupación, que luego de graduarse de la escuela de Teatro Imagen, de Gustavo Meza, llega a la ciudad estadounidense en el año 2000. Allí conoció a Pietro González, otro actor chileno, estudió en la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY) y junto a un grupo de artistas latinoamericanos decidieron dar vida a LaMicro Theater. “Es una organización sin fines de lucro y la co-fundamos cuatro personas, tres chilenos: Pietro González, Martin Balmaceda, y yo, y la académica americana-mexicana Ana Puga. Trabajamos juntos por cuatro años, y ahora Pietro y yo llevamos 12 años con la compañía, con mucho tesón y muchísimo trabajo”, cuenta Berioska desde la Gran Manzana.
Entre todos sus fundadores, decidieron que su foco teatral estaría principalmente en la divulgación de dramaturgia contemporánea de Latinoamérica o de España, ya fuese a través de presentaciones en inglés y español, pero dirigido al diverso público que circula por las calles de Nueva York. “Queremos dar a conocer otras voces, y crear comunidad. Creo que hablar de un público estadounidense es muy general, ya que acá hay muchas audiencias”, explica la directora chilena. Y agrega: “Está el público que le gusta ir a Broadway, el público más alternativo del bajo Manhattan, latino angloparlante, latino en español, y así va creciendo la variedad. Nosotros somos una compañía pequeña, pero tenemos una audiencia basada en inmigrantes recientes y de variadas nacionalidades”.
“La primera obra que presentamos Isabel desterrada en Isabel, de Juan Radrigán, pero en inglés”, recuerda Berioska sobre los primeros pasos de la compañía. Así le siguieron otros textos y montajes, siempre de autores hispanoparlantes pero en sus versiones en inglés, como En la Mesa del brasileño Marcos Barbosa, y dirigida por Pietro González; De Insomnio y Medianoche de Edgar Chías y dirigida (en inglés y español) por la misma Berioska, Groenlandia de Gabriel Peveroni y Animales Nocturnos de Juan Mayorga (en inglés).
Pero además de la presentación de obras y lecturas dramatizadas, la agrupación realiza constantemente un trabajo de formación de artistas y nuevas audiencias. “Tenemos nuestro programa educacional donde ofrecemos clases y talleres de teatro para niños, adolescentes y adultos. También invitamos a bailarinas contemporáneas y creamos obras con extractos de textos de diferentes fuentes, poesía, prensa, novelas y nuestros propios escritos, etcétera”.
¿Cómo es la selección de los textos que presentan?
Bueno, leemos mucho, investigamos y le preguntamos a amigos que son especialistas en dramaturgia o literatura. O alguien nos recomienda alguna obra y la revisamos. También estamos siempre atentos a lo que hace el Royal Court Theatre. Hemos hechos varias obras de dramaturgos que han pasado por ese fantástico lugar, como con Negra. La enfermera del General de Bosco Cayo. También hicimos una lectura de Villa de Guillermo Calderón, en una universidad el 2014.
¿Por qué fijar la mirada en la dramaturgia chilena?
Pietro y yo somos chilenos, y nos nace en forma natural leer dramaturgia chilena, de manera que ojalá podamos construir un puente que perdure. Seguro hay y habrá muchos otros intentos de presentar teatro chileno en Nueva York y eso es fantástico, pero nosotros seguiremos buscando y creando nuevos proyectos en forma independiente y haciéndolos llegar a diferentes audiencias. Esperamos seguir con esta iniciativa.
¿Es por eso que desarrollan el ciclo Escena Sur: Contemporary Chilean Plays?
Siempre hemos tenido el programa de lecturas dramatizadas, pero fue el 2013 cuando me topé con una Antología de dramaturgos chilenos que había editado Chile con la revista mexicana de teatro Paso de Gato. Ahí se me ocurrió crear este ciclo, cuyo diseñador del póster también fue otro chileno, llamado Ricardo Villavicencio.
Las obras que presentamos fueron: Lulú de Ana Harcha, La grieta sin grito de Cristian Figueroa, Impudicia. El impúdico sueño de la muerte de Mauricio Barría, Parkour (o un manual para correr en línea recta) de Eduardo Pavez, La mala clase de Luis Barrales, y Ulises o no de Benito Escobar. Fue una muy interesante experiencia ya que convocamos a directores y actores hispanohablantes algunos nacidos acá y otros inmigrantes, y como nos gusta mezclar trabajar en inglés y español, nuestra audiencia es bien variada.
¿Se viene otra versión a futuro?
Estamos planeando repetir la serie de lecturas, y hay otros proyectos en proceso, pero dependemos de los fondos que nos entregan organizaciones gubernamentales como el Departamento de Cultura de la ciudad de Nueva York y el Lower Manhattan Cultural Council.