AppRecuerdos
Desde hace 42 años, el 8 de marzo tiene un significado especial: la conmemoración del Día Internacional de la Mujer. Por eso, tanto en Chile, como en otros países del mundo, el llamado era salir a las calles a manifestarse en contra de la violencia contra las mujeres, el machismo, las brechas salariales, entre otras consignas. Pero a pesar que la convocatoria en Santiago se había hecho para las 19 horas en Plaza Italia, un grupo de diez mujeres comenzó a reunirse en Plaza de Armas cuando aún faltaban diez horas para el evento.
Armadas con un celular y audífonos, todas ellas se preparaban para comenzar un audio-recorrido por el centro de la capital gracias a la aplicación móvil AppRecuerdos, que a través de 129 relatos de audio que se activan por geolocalización entre Plaza Italia, La Moneda, Parque Almagro y el Mercado Central; invita a vincular el espacio público y la memoria que habita la ciudad. “Es una nueva manera de conocer y recordar la ciudad, porque vas teniendo nuevas y muchas imágenes”, dice Francisca, investigadora de 36 años, quien realiza la actividad por primera vez. “Es una manera de recorrer Santiago con la que te vas más nutrida, porque Santiago no es una ciudad de memoria. No te vas encontrando con pistas que te hablen un poquito de lo que ahí pasó, más allá de los monumentos a los milicos que hay. Lo que me gusta es que la aplicación es eterna e infinita, siempre va a estar ahí. Puedes jugar con esa aplicación en contextos muy diferentes, como hoy”.
“Hola a todas, hoy haremos un recorrido especial por ser el Día de la Mujer”, dijo Verónica, una de las guías de la jornada que presentaría una ruta sólo con narraciones a cargo de mujeres que vivieron durante la dictadura de Augusto Pinochet. “Las invito a escuchar el primer relato que está acá mismo”, agregó mientras continuaban llegando asistentes a la actividad.
Las instrucciones eran claras: pararse en un lugar, ponerse los audífonos, abrir AppRecuerdos y subir el volumen. Hasta que la voz de una mujer comenzó a escucharse. Cristóbal se titulaba el primer audio que se ubicaba a un costado de la pileta de Plaza de Armas, el cual nos narraba la historia de un niño que no sabía que su padre era detenido desaparecido y deseaba volver a reunirse con él. Durante un poco más de cuatro minutos, miro alrededor y el entorno luce caras de concentración, de angustia, de conmoción, de tristeza. “Apela mucho a la intimidad, porque te comparten cosas de su memoria y a través de los audífonos. Hay un vínculo pequeño, pero de gran acceso”, dirá más tarde Javiera, bailarina de 25 años que utiliza esta experiencia como parte de la creación del proyecto El cuerpo de la letra, de Verónica Troncoso y Pamela Mellado.
Minutos más tarde, y luego que todo el grupo caminara hasta la esquina de Compañía con Ahumada para escuchar la historia Un fatal encuentro clandestino –a sólo metros de la entrega de flores a manos de modelos masculinos –; nos dirigimos hasta el ex Congreso. La voz femenina de AppRecuerdos nos pide que nos sentemos en una de las paredes que rodean el recinto, para revisar el episodio que tuvo a 60 mujeres y tres hombres encadenados y reclamando por sus familiares, detenidos desaparecidos.
Entre las miradas del resto de los transeúntes, el grupo se mueve nuevamente hasta Paseo Ahumada. Kioskos, farmacias y tiendas comerciales funcionan como escenario para Por el sí, un relato de una adherente a la dictadura de Pinochet; y El Mazinger, una historia narrada por la actriz Paulina García que reúne actores, carabineros, mapuches y prostitutas en la Primera Comisaría de Santiago. “Me pareció un relato muy violento”, agregará más tarde Javiera. “Lo que cuenta sobre lo que pasa en la comisaría es bien impactante, porque hace un relato muy específico sobre los cuerpos, la descripción de la escena y uno se ve afectado por la manera en cómo ella lo describe”.
La ruta continúa por Paseo Ahumada, luego por Huérfanos a la izquierda, hasta llegar a la esquina con Estado. “Con fusil o sin fusil, Cristo vencerá” se escucha decir en el audio relatado por Tania Medalla, quien recuerda un suceso protagonizado por su madre embarazada de 8 meses versus carabineros que tomaban presos a protestantes. Coincidencia o no, en el lugar somos observadas por dos carabineros que vigilan el sector.
Emprendemos la ruta hacia la Plaza de la Constitución por Agustinas y la voz de Augusto Pinochet se toma los audífonos son Derrotar gobierno marxista. Mientras avanzamos por la estrecha vereda, somos testigos de la previa al Golpe Militar del 11 de septiembre de 1973. Nos detenemos frente a una tienda comercial y de a poco vamos oyendo la organización de los militares y el establecimiento de las primeras medidas: declarar estado de sitio y la orden de toque de queda.
Las siguiente dos paradas suceden alrededor de la Plaza de la Constitución y el Palacio de La Moneda: el primero de ellos, Allanamiento, cuenta sobre la experiencia de una familia que vivía al frente del lugar, y cada vez que Pinochet hacía un acto, recibía la visita –non grata– de las fuerzas policiales. Entre tanto edificio donde trabaja tanta institución pública, cuesta pensar en ese sector como un lugar tranquilo para vivir.
En nuestro camino hasta la penúltima parada nos encontramos con dos agrupaciones manifestándose frente al palacio presidencial con motivo de la conmemoración: mujeres amordazadas con cintas moradas, reclamando contra la violencia machista; y adherentes a la Presidenta Michelle Bachelet entregando su apoyo frente al memorial de Salvador Allende. Con ellos de fondo escuchamos No tengáis miedo de mirarlo a él, y revivimos la visita del Papa Juan Pablo II a Chile y el contingente que lo llevó a La Moneda.
Mauricio Barría, uno de los investigadores de App Recuerdos, nos explica que la siguiente y última parada está más alejada. Se trata de la Iglesia San Francisco, donde escucharemos Un 8 de marzo, un relato que estremece por la violencia y abuso que sufrió su protagonista. Sentadas en la pileta del lugar, las participantes reflexionan sobre el testimonio que acaban de escuchar y luego comienzan a despedirse. “La experiencia es un ejercicio bastante conmovedor, removedor, de reconstruir el paisaje histórico de los sucesos, de la experiencia de personas durante la dictadura”, explica Katia, bailarina de 26 años al finalizar el recorrido. “Es un dispositivo que te sensibiliza en la acción de ir caminando por una ciudad que sigue siendo la misma, pero no”.
Para María Jesús, periodista de 24 años, el trabajo realizado por el colectivo SonidoCiudad (Chile) y la compañía Rimini Protokoll (Alemania), es un tremendo trabajo. Tiene un gran valor por el rescate de la memoria. Es un registro de lo sucedido en los años 70 y 80, y al que la gente puede acceder fácilmente. Es potente la forma en la que está hecho: personas cotidianas, contando su día a día de esa época. Eso es invaluable. Además, la experiencia funciona increíble, porque el ir caminando y el que te sorprenda una voz, te permite ir recreando, imaginando lo que pasaba”.