Intervención lumínica
Delight Lab
Delight Lab
—Porque ellos mismos se definen como “artistas activistas”, como señaló Andrea Gana en Artishock: “Sentimos que el arte es un arma y tiene un deber en sí de poder hacer posible problematizar y reflexionar sobre la contingencia política bajo una concepción estética». Ya sea con intervenciones en fachadas o lugares públicos, y más explícito aún con las palabras que proyectan sobre el edificio Telefónica desde el inicio de la revuelta social en octubre de 2019.
—Porque sigue la tradición de arte en espacios públicos de agrupaciones como CADA durante dictadura. Es arte gratuito y popular. “Desde hace mucho tiempo que hacemos intervenciones en la ciudad, en la calle, en el paisaje. Sentimos que ahí se puede llegar a otro tipo de público, un círculo que no es reducido, sino que abre la reflexión y el debate a otro tipo de personas”, en palabras de Octavio a El Desconcierto.
—Porque si bien un texto contingente proyectado sobre un edificio en medio de las manifestaciones, es una narrativa, Espíritu del agua cuenta una historia de un modo más tradicional, con personaje principal, una historia con episodios, etc. Es una historia de activismo medioambiental.
Mapping: técnica audiovisual considerada un medio artístico y una forma de expresión basada en la proyección de imágenes sobre cualquier superficie, generalmente edificios, y que suele ir acompañada de efectos sonoros y ópticos que hacen más realista la proyección. Su primer antecedente son las representaciones de sombras chinas hacia el año 200 a.C. Luego la linterna mágica, y la fantasmagoría en el siglo XVII, que eran proyecciones desde una cámara oscura con distintos efectos ópticos. En los años 70 comenzó su uso para entornos multimedia por medio de pantallas múltiples, realidad virtual y performance. Algunas de sus obras más representativas son: Ebb y Please (Amy Jenkins, 1996), Man She She (Tony Oursler, 1997) y The homeless projection: a proposal for the city of New York (Krzysztof Wodiczko, 1986).
Estallido social: es el nombre con que se denomina a la serie de masivas manifestaciones y protestas originadas en Santiago y propagadas a varias regiones de Chile, desarrolladas principalmente entre octubre de 2019 y febrero de 2020. Detonada por el alza en el transporte de pasajeros, escaló en demandas que fueron desde una nueva Constitución política a diversas reivindicaciones sociales, así como a manifestaciones culturales y contraculturales en todo tipo de disciplinas artísticas: desde la performance hasta las artes gráficas. Diversos informes de organismos internacionales constataron en terreno violaciones a los derechos humanos perpetrados por agentes del Estado, dejando, entre otras secuelas, masivas lesiones oculares.
—Octavio Gana: "el desafío de Delight Lab es tratar de expandir y abrir el imaginario de lo que estaba pasando diariamente [en el estallido social]”, escucha la entrevista hecha por El Mostrador al codirector del colectivo.
—Ve el microdocumental sobre el colectivo, realizado por el medio de cultura electrónica South Plug. Es previo a la revuelta social.
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