En la inauguración de PLATEA 22 interpretaron este texto:
A, Trinidad González
B, Nona Fernández
C, Ricardo Curaqueo
Introducción
A: Crear a ciegas, tanteando un punto donde afirmarse, en medio de un tiempo hecho pedazos.
B: Así hemos estado. Con el futuro puesto en duda. Avanzando con incertidumbre.
A: Crisis sociales, políticas, sanitarias, migratorias, ecológicas. La pandemia y la debacle
ambiental enredadas para suspender cualquier interpretación de la realidad.
B: Cuesta observar, cuesta planificar, cuesta pronosticar.
A: ¿Será que estamos cambiando la piel?
B: ¿Será que en ese tránsito nos faltan códigos de razonamiento?
A: Quizá un nuevo lenguaje, nuevas reglas, nuevas lógicas que nos ayuden a descifrar este
tiempo.
B: Nosotras, las que conjuramos el futuro en cada ensayo, las que nos lanzamos al escenario a
inventar.
A: Nos preguntamos cómo seguir imaginando en medio de esta hecatombe. ¿Tiene el arte algún lugar en
la construcción del futuro? ¿Tiene el arte algún lugar en el presente?
B: Ojalá podamos construir algo nuevo en este mundo en llamas.
A: Ojalá de las cenizas resurja una nueva revolución.
B: Revolución con R.
I
C: En la jerga ecológica, que a estas alturas de la debacle ambiental todas debiéramos manejar, la
regla de las tres R se sugiere como una clave para cuidar el medio ambiente y generar la posibilidad
de un futuro en el planeta. Ahí donde la sociedad de consumo nos invita a usar y desechar, aparece
este código de letras, este ronroneo escritural, que nos plantea una forma distinta de relacionarnos
con nuestro entorno.
A: Reducir, reutilizar y reciclar. Así propone la pauta.
B: Reducir el consumo y la producción, comprendiendo que en la basura diaria se encuentran los
recursos que dentro de muy poco echaremos de menos. Alargar la vida útil de las cosas
reutilizándolas y entregarles una segunda oportunidad a partir del reciclaje.
C: Quizá en la búsqueda de un nuevo lenguaje donde afirmarnos, esta regla de las R podría ayudarnos a
encontrar un camino hacia el futuro.
A: En la sobrepoblación de obras que inundan las vitrinas y las redes sociales, exhibiéndose en ese
culto a la mercancía en el que nos enseñaron a pensar y crear, ¿qué pasa si en vez ofrecer algo
nuevo reconocemos con r y observamos mejor lo que ya existe?
B: ¿Qué pasa si recuperamos? ¿Qué pasa si replanteamos la autoría y la mirada y buscamos respuestas
en lo ya hecho?
C: ¿Qué pasa si registramos en lo ya recorrido? ¿Qué pasa si revolvemos nuestra propia basura?
B: ¿Qué pasa si detenemos las fábricas, si dejamos de producir para remirarnos, para reconocer,
restaurar y replantear?
A: ¿Qué pasa si asaltamos las formas de producción pauteadas por el mercado y para construir el
futuro reducimos, reutilizamos y reciclamos?
C: ¿Qué pasa si recordamos?
II
B: En la madrugada del 5 de septiembre de 1970 el recién elegido presidente de Chile, Salvador
Allende Gossens, se asomó en un palco improvisado de la Federación de Estudiantes para dar el que
sería su primer discurso como líder del país.
A: “Nunca un candidato (…) usó una tribuna que tuviera mayor trascendencia”, dijo. “Porque todos lo
sabemos: la juventud de la patria fue vanguardia en esta gran batalla”.
B: Lo que comenzaba esa noche era un trabajo difícil. Lo sabían las y los jóvenes que, con la lucidez
histórica que les caracteriza, con ese diálogo directo que siempre han tenido con el futuro,
empujaban las grandes transformaciones sociales. Lo sabía Allende y lo sabían todas y todos quienes
habían votado por él. El desafío avalado por las urnas implicaba cambios profundos que la oligarquía
y las élites no estaban dispuestas a permitir. Pero esa madrugada, pese a la conciencia de la
dificultad, todo era alegría y festejo. Ese primer discurso de la victoria suspendió cualquier
sospecha de terror futuro.
A: “Sólo quiero constatar ante la historia el hecho trascendental que ustedes han realizado
derrotando la soberbia del dinero, la presión y la amenaza; la información deformada, la campaña del
terror, de la insidia y la maldad”, dijo. “Cuando un pueblo ha sido capaz de esto, será capaz
también de comprender que sólo trabajando más y produciendo más para hacer que Chile progrese y que
el hombre y la mujer de nuestra tierra, la pareja humana, tengan derecho auténtico al trabajo, a la
vivienda digna, a la salud, a la educación, al descanso, a la cultura y a la recreación”.
B: Casi cincuenta años después, el 18 de octubre de 2019, comenzamos en Chile a transitar el vértigo
de la revuelta. La interrupción por las armas de aquel proyecto inconcluso, que se inauguró en 1970,
dejó una herida abierta que se sumó alimentando la protesta.
A: Las y los estudiantes secundarios, otra vez la lucidez de la juventud, saltaron los torniquetes
del metro y en ese gesto se abrió la gran caja de Pandora. Décadas de malestar emergieron con
fuerza. La revuelta de octubre cambió el escenario, los límites se corrieron, el punto de vista se
amplió y con la caída de cada estatua de los supuestos próceres, evidenciamos el colapso de un orden
que se vino abajo.
B: La política resucitó en la calle, en la sesión del cabildo, en nuestras asambleas, y aparecieron
nuevas ideas, propuestas, puntos de vista que no habían sido atendidos y que, en parte, hacían eco
de aquel programa anunciado en el pasado.
A: Ideas que se quedaron suspendidas en el año 1973 luego del golpe militar. La exigencia de los
cambios que ya se habían propuesto como metas en un programa de gobierno que no pudo llegar a su
fin.
B: Y así, naturalmente, sin que nadie lo organizara, la reunión callejera revivió cantos, recicló
consignas, reutilizó gritos, prácticas, ideas y planteamientos que creíamos muertos y
sepultados.
A: El ayer y el hoy se mezclaron enredando demandas antiguas y nuevas en una energía multi temporal
llena de porfía y desobediencia. Un corto circuito que nos despertó y nos devolvió la vida.
III
C: Pero no ha sido fácil. De un día para otro, en medio de ese torbellino de creatividad caímos en el
encierro por la crisis sanitaria. Las vidas quedaron en pausa, el intervalo se apoderó del tiempo y
lo desbarató en una lógica que desafió nuestra propia neurosis por el control.
B: El desborde de la naturaleza nos forzó a observarnos como un gran colectivo cuyas piezas no son
autónomas.
A: Somos parte de un tejido que no involucra sólo a seres humanos. Invadimos el ecosistema de los
murciélagos y el resultado de eso lo padece la humanidad toda.
C: Un bosque es talado, un iceberg se derrite, una selva es quemada, y las consecuencias de eso las
sufrimos todos los seres del planeta. Nos talan, nos derriten, nos queman.
B: Las personas estamos implicadas con la naturaleza. Y el futuro de la Tierra es también el
nuestro.
A: Hace poco el último reporte del Panel Intergubernamental de Expertos de la ONU decretó un “código
rojo” para la humanidad, “una llamada masiva de alerta”. El calentamiento global avanza mucho más
rápido que lo proyectado y es la razón de las sequías, inundaciones, tormentas y olas de calor.
C: Estamos en una cuenta regresiva.
B: ¿Qué podemos crear así?
A: Nosotras, las que conjuramos el futuro en cada ensayo, las que nos lanzamos al escenario a
inventar.
C: Nos preguntamos cómo seguir imaginando en la frontera de esta hecatombe.
B: Ojalá podamos construir algo nuevo en un mundo en llamas.
A: Ojalá de las cenizas resurja una nueva revolución.
C: Revolución con R.
A/B/C: Con R de revuelta.
IV
B: La revuelta, que podría liderar con su R el código ecológico, resucitó organizaciones comunitarias
que hasta el día de hoy sostienen a un país fragilizado económicamente desde siempre y aún más por
la pandemia. Rifas, colectas, la vieja y conocida práctica de las Ollas comunes, fueron apareciendo
a través de los cabildos, asambleas y otras agrupaciones que hoy siguen trabajando en red.
C: Ese tejido comunitario que ha reaparecido es una clave para pensar el futuro.
A: Marcó una gran diferencia en la vivencia de la crisis sanitaria con el resto de los países
latinoamericanos. Muchos de ellos eclipsados por el modelo económico chileno, construyendo
serialmente la misma jaula neoliberal de la que aquí intentamos salir.
B: Jaula que intentamos desbaratar dejando atrás, por fin, el Pinochetismo, escribiendo en conjunto,
de manera paritaria, por primera vez en el mundo, y con la presencia de los pueblos originarios, una
nueva constitución.
C: La energía expresada en las calles desde el 18 de octubre de 2019 conquistó ese logro dando
continuidad, reutilizando, reciclando, reconociendo, recordando muchas de las ideas lanzadas desde
el palco de la Federación de Estudiantes en 1970.
A: Hoy enredamos voluntades colectivas y, como en una Olla Común, nos reunimos a cocinar la escritura
de una nueva constitución. Nos reunimos a crear nuestro futuro.
B: Sacamos las cacerolas al espacio público al que todas y todos tenemos acceso para encontrar ahí
los nuevos ingredientes.
C: Ingredientes que quizá podrían ser escritos con R de Revuelta.
A: Ingredientes que quizá podrían ser parte de un código nuevo que aporte lenguaje e ideas para
pensarnos y continuar.
B: Ingredientes que serán parte del código del futuro, del código de las R.
C: Primera R: Reconocer nuestra diversidad y nuestras memorias invisibilizadas. Reconocer nuestros
infinitos saberes desconocidos. Reconocer nuestros dolores y nuestras heridas no reparadas.
A: Segunda R: Reparar nuestros dolores y nuestras heridas postergadas.
B: Tercera R: Reducir nuestro consumo voraz y ansioso. Nuestra ambición material depredadora. Nuestro
ego. Nuestro afán de poder. Nuestra tontera.
C: Cuarta R: Reutilizar las ideas y los materiales de nuestros antepasados. Reutilizar las ideas y
los materiales de nuestro ayer y de nuestro hoy, alargando su vida útil.
A: Quinta R: Reciclar para darle a todo y a todos, una segunda, una tercera, una cuarta oportunidad
sobre la Tierra.
B: Sexta R:
A/B/C: Recordar.
V
A: Buscamos en el computador una fotografía de Salvador Allende aquella madrugada de 1970.
B: En ella el presidente habla a la gente desde ese improvisado palco de la Federación de Estudiantes
y con una de sus manos indica hacia adelante. Imaginamos que ahí sitúa el futuro, en el lugar donde
está toda esa gente entusiasmada que consiguió su triunfo en las urnas.
B: “Les pido que se vayan a sus casas con la alegría sana de la limpia victoria alcanzada. Y esta
noche, cuando acaricien a sus hijos, cuando busquen el descanso, piensen en el mañana duro que
tendremos por delante cuando tengamos que poner más pasión y más cariño, para hacer cada vez más
justa la vida en esta patria”.
C: Hoy su futuro es nuestro pasado. Sabemos cosas que en ese momento él no imagina.
A: Podríamos acercarnos a su oído y, a modo de advertencia, susurrarle lo que vino después, pero ni
el tiempo ni la historia funcionan así.
B: De todas maneras, le vamos a contar, así, despacito para no asustarlo, que hace unas semanas,
cuarenta y un años después de su discurso en la Federación de Estudiantes, el recién electo
presidente de Chile, Gabriel Boric Font, en un escenario montado en la Alameda, recicló sus palabras
y las relanzó a toda esa gente entusiasmada que lo aplaudía luego de haber conseguido el triunfo en
las urnas.
C: La reutilización de esas palabras nos hace creer que recuperamos, por fin, el curso de la
Historia.
A: Y por eso, desde este país del fin del mundo.
B: Desde este territorio llamado Chile.
C: Nosotras, las que conjuramos el futuro en cada ensayo, las que nos lanzamos al escenario
inventar.
A: Les contamos que acá se imagina, se escribe y se construye el mañana.
B: Lo hacemos con la R de Reparación.
C: Con la R de Restitución.
A: Con la R de Reconocimiento,
B: de Reciclaje,
C: de Recuerdo,
A: de Reutilización,
B: de Reducción,
C: de Revolución.
A: Lo hacemos con la R,
A/B/C: de Revuelta.
Nona Fernández Silanes
Santiago de Chile, enero 2022